Cuando hablamos de sueño infantil nos referimos al período diurno o nocturno durante el cual los niños descansan. El sueño infantil cumple una función reguladora y reparadora en el organismo. Es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal. El sueño reabastece y restaura los procesos corporales, que se han dañado durante el día.
El sueño del bebé está dividido en cuatro etapas que se van profundizando progresivamente. Es muy importante respetar esos intervalos sin interrumpirlos para que se conviertan en una costumbre, así será más fácil conseguir que el niño se duerma. Pretender que el niño concilie el sueño es una tarea difícil y constituye un verdadero desafío, pero si se respeta su ritmo, todo será más fácil. Los padres deben crear el clima apropiado para que el bebé establezca su propio ritmo de sueño.